Cabrillas, jureles, bocinegros, seifíos, chopas, medregales, morenas, meros, viejas, samas, gallos, chernes…, para comer frito, asado, al horno o en caldo. Las especies de pescado que caracterizan a la gastronomía marinera de Fuerteventura provienen de las tres cofradías de pescadores de la isla, cooperativas que desde hace décadas han apostado por la conservación de los recursos a través de una pesca sostenible, con métodos tradicionales de captura, y con controles sanitarios y de tallas, para ofrecer al consumidor pescado fresco del día, siempre que la mar lo permite.
El Cabildo de Fuerteventura emitió este lunes un reportaje dentro del programa de Feaga Online, en el que intervinieron los patrones mayores de las cofradías de pescadores majoreras, Juan Francisco González, de la Cofradía de Corralejo, Juan Ramón Roger, de Gran Tarajal, y desde Morro Jable, el armador Rayco Ojeda, quien explicó como "aquí hacemos una pesca totalmente sostenible con el medio marino. Todo el pescado se pesca uno a uno, con cordel. Los túnidos lo hacemos con caña o con liña de mano. No usamos ni redes de arrastre, ni trasmallo, ni palangres. El pescado se descarga, y a la media hora ya está en el mercado. Más fresco, no existe".
El patrón mayor de Gran Tarajal enfatiza el hecho de que "llevamos funcionando 29 años, y aquí en Fuerteventura hemos apostado por una pesca sostenible. En su momento paramos, quitamos artes de pesca como la nasa, el palangre y el trasmallo, y apostamos por respetar las tallas mínimas, y por controlar los recursos. Nosotros nos autorregulamos. Cuando hay poca venta, nos ponemos cupos, y vamos metiendo en el mercado lo que demanda. Así no hacemos desastres, porque el pescado donde mejor se conserva es en el mar. Pescar lo que se necesita para vivir y para abastecer el mercado. Matar por matar, no es nuestra política", valoró Juan Ramón Roger.
Estos tres profesionales mostraron el día a día de una cofradía. "Cada día se pesa y se miden las capturas, "porque hay que medir las tallas", comenta "Chitito" González, como se le conoce popularmente, a lo que Rayco Ojeda añade que todo el procesa conlleva la descarga, la clasificación pescado por pescado, el pesado, el empaquetado y el enhielado en las cámaras de frío, "para guardar el pescado hasta que vengan los compradores. Aquí es pesca del día", indica Ojeda.
La flota pesquera majorera es tradicional. En Morro Jable, son unos 16 barcos, menores de 12 metros a excepción de uno, y en cada uno trabajan dos o tres personas. Otras 40 embarcaciones en Gran Tarajal "salen de diario, o a veces, de varios días", explica Roger, y protesta porque "lo que más se pesca aquí son demersales, túnidos, especies de aquí con las que estamos teniendo muchos problemas con el tema de los cupos, de los malos repartos, con la injusticia que se está haciendo con los pescadores de Canarias en general".
En Corralejo, la flota la componen otros 40 barcos, muchos de los cuales se dedican exclusivamente a la pesca de la vieja, "prácticamente todo el año a pesca de cordel", aunque "ahora que estamos llegando a las navidades, la demandas es de pescado un poco más grande, como mero, abae, y pescado blanco, que sale muchísimo", señala Juan Francisco González. Explica que entre las lonjas de Corralejo y El Cotillo, y el punto de recogida en Puerto del Rosario, la cofradía del norte puede llegar a dar salida a 1.000 kilos de pescado al día, "si la mar está buena", y que aquí trabajan unas 55 personas, entre marineros, armadores y trabajadores de la lonja. En Gran Tarajal, señala Juan Ramón Roger, "se vende al por mayor, a pescaderías de Fuerteventura o de otras islas, o al detalle, donde pueden comprar todos los públicos".
Juan Ramón Roger reflexiona, valorando que "gracias a que hemos apostado por estas pesquerías y por cuidar los recursos, hoy y a lo largo del tiempo seguimos viviendo de la pesca. En las cofradías tenemos controles, sanitarios y de inspección pesquera. Les animo a consumir el producto de Fuerteventura, el pescado capturado por los profesionales, la pesca legal y sostenible, y procurar no comprar pescado clandestino del que no sabemos el origen. Son muchos puestos de trabajo, y les pedimos eso, que cuenten con los profesionales, con una pesca sacrificada y hecha con conciencia, pensando en el futuro para que puedan seguir pescando las generaciones venideras".
El reportaje se encuentra disponible en el Facebook de Feaga, en el siguiente enlace:
