viernes. 29.03.2024
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"Las asociaciones son agentes de salud por lo que es fundamental que conozcan y tengan información que les permita asesorar a las personas que les llegan"

"El fenómeno de las adicciones tecnológicas llego sobre 2013-2014 con la legalización del juego online, y ahora ya nos encontramos a jóvenes enganchados a videojuegos y a redes sociales en menor medida"

El psicólogo y responsable del Centro Aluesa de Fundación Adsis, Óscar Lorenzo, ha explicado en una entrevista en 'La mañana' de COPE Fuerteventura como serán esas jornadas organizadas por la Consejería de Políticas Sociales y Recursos Humanos del Cabildo de Fuerteventura para formar a las Asociaciones y Entidades sociales en materia de prevención de adicciones comportamentales. Asimismo, Óscar Lorenzo ha hablado del incremento de adicciones tecnológicas que se ha producido a partir del año 2013 y que se ha visto acusado tras la pandemia. Por otro lado, el psicólogo incide en que una de las claves es saber reconocer el límite en el que comienza la adicción, un punto importante en estos cursos porque permitirá tanto a las Asociaciones como al SIPA atender o derivar a estas personas a los recursos adecuados. 

- ¿En qué van a consistir esas jornadas para las asociaciones de la isla para la prevención de adicciones?

- Estás jornadas en concreto van sobre nuestra especialidad que son las adicciones comportamentales, como la adicción al juego, el juego patológico, presencial u online, también en estos años ha tenido lucha presencia la adicción tecnológica, a los videojuegos y luego también las tecnoadicciones a los móviles y a la tecnología en general. También ha otras conductas adictivas como las compras online, la adicción a las compras, el cibersexo o el sexo. De este bloque de adicciones comportamentales queremos formar a las asociaciones porque, conjuntamente con el Cabildo y con el SIPA son los agentes de salud más importantes de la isla.

- ¿Cuándo comenzarán estas jornadas y como se desarrollara la formación?

- En principio se trata de una jornada formativa y para personal de las entidades, que la idea es concertarla en el sábado 19, y luego será un proceso que iremos viendo si requiere de más sesiones y de coordinación. Se trata de un inicio, un acercamiento a los técnicos y a las personas que trabajan en las asociaciones para que puedan conocer el problema y derivarlo con más conocimiento, porque a veces sobre estas patologías hay mucho desconocimiento, a veces la familia piensa que por una conducta abusiva hacia los videojuegos ya es una adicción, por eso es importante conocer las adicciones para diagnosticar y derivar con claridad.

- ¿Es una primera toma de contacto para establecer líneas de ejecución posteriores y crear un mapa para ver como perciben las asociaciones a la población?

- Efectivamente, porque las entidades sociales son las que están más a pie de terreno y es necesario que conozcan de primera mano y como se pueden prevenir y también que conozcan que el SIPA a través de la Fundación ADSIS estamos atendiendo a aquellas personas que ya tiene una adicción y requieren terapia, por lo que es un momento importante para conocer como poderlos derivar, y como se haría la coordinación. Es un momento bastante importante porque el Cabildo tiene una apuesta clara por todos los tipos de adicciones y en este caso es una buena ocasión para profundizar en el tema. Además las jornadas van a hacer muy practicas por lo que las asociaciones tendrán la oportunidad de plantear casos y ver como sería la definición de un caso, la barrera entre considerar adicción y peligro, y poderlo redirigir a un aprendizaje más dinámico y participativo.

- ¿Entiendo que lo más difícil sea determinar el límite ese entre adicción y dependencia o peligrosidad?¿Cómo nos podemos preparar para eso, para poder detectar un caso de adicción y que se nos enciendan las alarmas?

- Claro, es que cuando hablamos por ejemplo de apuestas, bingos, casinos… es más fácil darse cuenta porque conlleva un gasto de dinero y la conducta es más visible, cuando hablamos de  tecnologías, de videojuegos, que es algo más cultural, y los jóvenes no ven como problemático es más difícil establecer la frontera. En este primer momento, lo que vamos a hacer es  no solo informar de los criterios diagnósticos, sino también de los cinco indicadores de riesgo, para que sean más operativos y las entidades sociales que tienen contacto con jóvenes con este tipo de problemáticas puedan discriminar si lo pueden considerar o no un riesgo. Luego cuando miramos por internet se dicen cosas muy vagas, por ejemplo las horas de uso, se establecen X horas, y si se sobre pasan ya es una adicción pero eso es algo muy relativo porque la tecnología está en nuestra vida, podemos usar el móvil por muchos factores a lo largo del día y no por eso ser adictos. Es bueno saber cuales son los criterios para no alarmar a la población. También cunado trabajamos con población jóvenes tiene que aprender cuanto tiempo usan para el estudio, cuanto para visionado de videos y ocio, cuanto para redes sociales o cuanto para videojuegos, para hacerle caer en la cuenta que si siente malestar cuando no tiene móvil o internet para que entienda que tiene un problema dentro de todo esto. A lo mejor solo con una de las áreas o a lo mejor no lo tiene y es capaz de prescindir de ello. En la formación además trataremos algunos controles parentales, algunas herramientas que podemos enseñar a las familias para que estas sean el primer motor de control y de reeducación del uso de la tecnología.

- Se está hablando mucho de estas adicciones comportamentales que a veces normalizamos como hábito, y quería preguntarle sobre todo por la gente joven la adicción que pueden generarles las redes sociales

- Esto esta siendo un fenómeno de reciente llegada a la sociedad. Si es verdad que tenemos algún caso desde hace tiempo de manifestaciones severas de estar en continua conexión comprobando los likes, los estados, etc. Pero es verdad que no todas las redes son iguales, y los jóvenes no solo miran una cosa sino varias. Pero es verdad que desde que hay un síndrome de abstinencia tiene que empezar a haber un estado de alarma más si le afecta a su vida cotidiana, a su estado de humor, a su rendimiento académico a su forma de relacionarse o lo lleva a abandonar hábitos, todo esto indica que podemos estar ante una adicción y son criterios a tener en cuenta a la hora de valorar este caso. Luego, también es verdad que a veces quienes valoran estos casos no controlan la narrativa digital, y no usan las redes, con lo cual, a veces hay que tener un cierto conocimiento de lo que estamos hablando. Es verdad que la tecnología ha llegado para quedarse, no podemos afirmar que es peligroso pero si que tenemos que ser conscientes de que el mayor peligro con la tecnología no es ni el sexting ni el bulling sino son las adicciones y a veces es un tema que se desconoce.

- ¿Existen ya casos de personas que se hayan convertido en adictas a los móviles y redes sociales?

- Nosotros llevamos constatando casos de adicciones tecnológicas desde 2016, atendiéndolas, y de apuestas deportivas un poco antes, es decir que el fenómeno llego sobre 2013-2014 con la legalización del juego online, y ahora ya nos encontramos a jóvenes enganchados a videojuegos y a redes sociales en menor medida, también depende del género. Por ejemplo, los chicos suelen jugar más por lo que presentan mayor riesgo de adicción, y las chicas más a las redes sociales, aunque todo esto va cambiando.

- ¿Han notado el incremento de adicciones a la tecnología a raíz de la pandemia y el confinamiento?

- Sí, bueno, se dieron dos fenómenos. Las personas que ya se encontraban con nosotros en tratamiento y tenían comportamientos adictivos, tanto a apuestas como a tecnologías, el confinamiento les vino muy bien porque habían aprendido a gestionarse y en el caso de las casas de apuesta pues además no podían acceder, y luego al estar en casa con la familia siendo controlados era más fácil dejar ciertas adicciones. Pero lo que hemos notado nosotros es que tras la desescalada y los estudios del Ministerio publicados a partir de septiembre del año pasado es que se elevó exponencialmente el consumo de las tecnologías en general, tanto en las apuestas deportivas como en el visionado de vídeos en general, y las redes sociales como las más perjudiciales para jóvenes. De hecho, los estudios nacionales son preocupantes porque casi un 64% de los jóvenes reconoce estar usando excesivamente las tecnologías y las apuestas cotidianamente. Esto no quiere decir que sean adictos, pero sí que reconocen utilizar estos medios excesivamente tras el confinamiento.

- ¿Se ha creado un hábito tras haber estado meses empleándolos continuamente?

- También es que hemos avocado a los jóvenes a un mundo con menos estímulos y posibilidades, con lo cual el ocio ha estado reducido a la tecnología, hasta para encontrarse con los amigos tenían que conectarse, y esto ha sido perjudicial, además, es verdad que estamos tardando mucho en volver a la normalidad, con lo que muchas actividades no se pudieron practicar hasta hace poco lo que dificulta que los jóvenes puedan recuperar sus hábitos y este hábito tecnológico del ocio se ha impuesto de una manera abrumante.

-  ¿Qué herramientas pueden estar al alcance para evitar este tipo de conductas?

- Lo primero es enviar un mensaje de sentido común. La tecnología o el juego de apuestas, las compras, el sexo o el cibersexo, son conductas que en un inicio son placenteras y agradables, por eso son potencialmente adictivas, por lo que lo sensato es tener un control sobre ellas y sobre uno mismo, ponernos límites, por ejemplo, si se trata de la tecnología ponerse horarios, o si vas a jugar o apostar pues establecer un tope de dinero. Son ciertas normas que tienen que ver con limitar el uso o gasto que se hace en este tema. Por otro lado, cuando hablamos de adolescentes o de jóvenes, y sobre todo de niños, que seamos los adultos los que controlemos el acceso a este tipo de cosas, con controles parentales, que estén supervisados relativamente por adultos, que no manejen las tarjetas de créditos. Y luego ya hay cosas preventivas, como que el ocio no sea siempre digital sino familiar, que no se permita que el joven sea quien domine los medios para el ocio, por ejemplo, si hablamos de un ordenador común para que haya limitaciones en el uso. Son pequeños trucos que ayudan a que todo esto quede en la esfera de una conducta como cualquier otra y que no se imponga en nuestra vida.

- Óscar, ¿algunos parámetros que podamos tener en cuenta para que nosotros mismos podamos medir nuestra propia conducta?

- Pues el típico es que si somos conscientes de que hay ciertas conductas que me están limitando hábitos que teníamos como hacer deportes o socializar, o que dejo de hacer actividades para pensar continuamente en la adicción, por ejemplo, en conseguir dinero para jugar o como conseguir pasar una fase del juego, o como me meto en Instagram para hacer videos que sean más seguidos, se nos deben encender las alarmas. Darnos cuenta de que se nos está yendo de las manos y que lo que tengo que hacer es limitarme el uso que tengo de esa conducta. Y el otro truco es poner de sobre aviso a alguien de que algo se está descontrolando para que nos ayuden a frenar el hábito en exceso.

- Retomando la formación, esas jornadas destinadas a las asociaciones, ¿Cuál es la importancia de que se realice esta formación en la isla de Fuerteventura?

- Es fundamental porque como bien aporta el consejero como los técnicos del SIPA, es que las asociaciones son agentes de salud por lo que es fundamental que conozcan y tengan información que les permita asesorar a las personas que les llegan. También en algún momento servir de detector, hasta de corrector de los problemas, como saber derivar bien a las personas que necesiten ayuda. También por otro lado,  nos ayudan a nosotros a descubrir nuevos hábitos, nuevas realidades que se estén dando en la isla de Fuerteventura con lo que es positivo este feedback para ayudarnos a mejorar.

"El peligro de la tecnología no es el sexting ni el bulling sino las adicciones"