viernes. 19.04.2024

El centro de menores de Puerto del Rosario acogió en la tarde de este jueves el esperado encuentro de cinco mujeres inmigrantes con sus hijos, después de que hace más de dos meses se les aplicara el protocolo de Fiscalía para prevenir el tráfico de menores. El pastor Ángel, de Misión Cristiana Moderna, constató en una entrevista este viernes en Cope Fuerteventura la “gran alegría” que se vivió y que fue fruto de un sinfín de gestiones que les han llevado, incluso, “hasta la Fiscalía de Madrid”.

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El pastor explicó cómo, tras arribar en la patera y permanecer en la nave Schengen un máximo de 72 horas de filiación, las mujeres fueron derivadas, ya sin sus hijos, a Misión Cristiana Moderna para pasar el tiempo de confinamiento obligado por el protocolo Covid. “Lo que nunca he entendido es que haya sido solamente en Fuerteventura que les retiraran así las madres a sus hijos después de las 72 horas en la nave”. Una medida que, aseguró, “solo ha ocurrido en tres sitios en todo el mundo. Ocurrió con Donald Trump y los mexicanos, ocurrió en Melilla, hace un tiempo atrás, y ahora empezó a ocurrir en Fuerteventura”, denunció.

El pastor cree que la aplicación del protocolo se debió a que “hay un tema con los niños ancla, niños usados por supuestas madres para establecerse en el lugar al que llegan” aunque aquí, insistió, “no tengo constancia de que haya sucedido anteriormente”.

Consciente del drama que viven los migrantes , el pastor dio cuenta de la travesía de algunas de estas mujeres que persiguen evitar a sus hijas la ablación de clítoris y huyen de su país. Cortan el pelo a las menores, las disfrazan de chico e, incluso, les cambian el nombre para evitar abusos sexuales en un viaje que se torna muy peligroso para las pequeñas, explicó.

El dirigente de Misión Cristiana llama a los menores migrantes “niños sobresaltados”, porque transitan durante meses pegados a la falda de su madre, sorteando toda suerte de dificultades a medida que avanzan por distintos países. “Son niños muy apegados, no se separan de sus madres ni 50 centímetros, no quiero ni imaginar su sufrimiento cuando han vivido la separación. Tienen que tener el corazoncito roto”.

Por este motivo, y para evitar que puedan volver a ocurrir este tipo de separaciones entre las madres y sus pequeños, el pastor ha puesto a disposición la Misión “a fin de hacer una custodia cercana, para que sepamos dónde están las madres”, estableciendo un control pero sin causar un daño que, quizás, pueda ser irreparable para los pequeños.

“Nunca entendí que solo haya pasado en Fuerteventura que hayan retirado así las madres...