viernes. 29.03.2024
Piche acumulado en Punta Percebes.
Piche acumulado en Punta Percebes.

El endurecimiento de la normativa internacional en relación a la navegación de buques petroleros ha reducido la llegada de piche o chapapote a las costas de Canarias en las últimas décadas, pero no lo ha eliminado del todo. Este fenómeno sigue siendo una realidad a día de hoy, especialmente en zonas donde la mar deposita residuos de todo tipo, como es la costa de barlovento de la isla de Fuerteventura.

Un ejemplo de ello se pudo comprobar días atrás, cuando el chef del restaurante Punta de Jandía, Nelson Espinel Viera, alertó de la acumulación de grandes cantidades de hidrocarburos solidificados en las rocas de la zona conocida como Punta Percebes, en la costa del Parque Natural de Jandía.

El joven, que regenta el restaurante familiar desde hace años en el Puertito de Jandía, relató a Cope Fuerteventura como él mismo se acerca cada cierto tiempo a esa zona para limpiar los residuos que se van acumulando. "El año pasado tuve que dar dos viajes, lo que pude cargar. Y ahora tengo dos canecas llenas, y no sé qué hacer con ellos. Hay una cantidad increíble. La última vez que fui me quedé asombrado. Me está ganando la batalla".

En Canarias se conoce al chapapote como "piche", por adaptación de la palabra anglosajona pitch (brea). La llegada de hidrocarburos a la costa de las islas era mucho más habitual tiempo atrás, como explica el propio Nelson Viera. "No es tanta cantidad como antiguamente. Recuerdo que hace años ibas a Cofete, y antes de llegar a la marea ya tenías los pies manchados de negro –recuerda-, pero ahora también sigue llegando".

Organizaciones ambientales internacionales como Oceana alertan de que más allá de las grandes catástrofes, como el que tuvo lugar en Galicia con el hundimiento del Prestige en 2002, la mayor parte de los vertidos de hidrocarburos, hasta el 75%, proceden de operaciones de carga y descarga, o de las limpiezas ilegales de los tanques o sentinas de petroleros en alta mar. Y también, esta ONG ha elaborado minuciosos informes sobre los daños que supone este fenómeno para la biodiversidad marina.

Nelson Viera no sabe de dónde procede el piche acumulado en Punta Percebes, pero siente que está afectando al hábitat de la zona. La cantidad es tal, que "se llega a confundir con la roca, y se funde con ella. Cuando levantas las plastas, ves incluso larvas de burgados y canaíllas. Llegará un momento que con el calor se queden abrasadas. Casi se me saltan las lágrimas".

Tras denunciar la situación, el Cabildo de Fuerteventura se puso en contacto con el joven empresario. "Me llamaron de Medio Ambiente y me dijeron que iban a venir a limpiarlo. La verdad que fueron muy atentos". Algo que agradece, porque "ya no sabía qué hacer con todo el piche".

La respuesta internacional al problema de los vertidos marinos de hidrocarburos se remonta dos décadas atrás, a raíz del hundimiento del petrolero Erika, en diciembre de 1999, que afectó a la costa de Bretaña (Francia). La Unión Europea se activó para adoptar medidas, al tiempo que la Organización Marítima Internacional (OMI), dependiente de la ONU, estableció un plazo de retirada para los petroleros de un solo casco. La UE prohibió que estas embarcaciones entraran en sus puertos, y constituyó también la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA).

En España, la vigilancia aérea a través de los aviones y helicópteros de Salvamento Marítimo es la que permite localizar los vertidos, y combinar su ubicación con el rastreo de las trayectorias de los buques para iniciar los procedimientos sancionadores a través de la Marina Mercante.

Grandes cantidades de piche se acumulan al sur de Fuerteventura, en la Punta de Jandía