jueves. 28.03.2024

Galdós y la condesa

Que Galdós y la condesa de Pardo Bazán fueron amantes al menos durante dos años es tan cierto como que a Galdós siempre le importó un pito Canarias, en cuya ciudad de Las Palmas había nacido. Una anécdota refleja el odio que se profesaron ambos, después del amor apasionado que reflejaron en sus cartas, llenas de erotismo. Una subía y el otro bajaba las escaleras del Ateneo de Madrid. Doña Emilia le gritó a Galdós, con la ira de la despechada, para que todos la oyeran: “¡Adiós, viejo chocho!”. Tras lo que Galdós, todavía con reflejos, deteniéndose levemente en su descenso, la miró y le respondió: “¡Adiós, chocho viejo!”. Fue una bofetada para la Pardo Bazán, que cogió tremendo cabreo con su antiguo amador, que había sido diputado a Cortes ¡por Puerto Rico! En España se pelea todo el mundo. Un amigo me ha enviado un vídeo de Pérez-Reverte, que es entrevistado por un plumilla de La Sexta. Dice el académico: “Yo soy republicano…, ¿pero ustedes se imaginan que quienes nos gobernaran fueran Rufián y esos otros?”. Y entonces añade que Felipe VI es una buena persona y que lo prefiere, en vez de a esos personajes de la política actual, incluyendo a Casado y a otros mentecatos de la derechona. Estoy de acuerdo. Hay una España desinhibida y despreocupada y otra aterrada por lo que pueda venir. Monarquía es educación, Constitución, orden y respeto; república es -hoy- anorak despelujado, capucha cubrepiojos, incendio urbano, greñúos irreverentes, pirómanos enloquecidos y anarquistas correlones. Y eso no, coño, que ya estamos a la cola de Europa para que nos entierren más en el fango los lerdos. El colmo de la incongruencia española es que tú tengas que negociar “amablemente” con alguien que ha ocupado tu casa para que salga de ella y entrar tú. Este es el país que han creado quienes votan a los imbéciles que nos gobiernan.

Publicado en Diario de Avisos

Galdós y la condesa