jueves. 28.03.2024

Otros sueños

No sé por qué motivo he recuperado un sueño viejo: la puerta lateral del viejo aeropuerto de San Pablo, en Sevilla; corrían los tiempos de Franco y aquello era más o menos un barracón infame. Por esa puerta estrecha se entraba y se salía. Mi sueño se reduce a esa puerta, a los líos con la maleta, si me la perdían o no, y a los cuatro gatos que viajábamos entonces en avión. Recuerdo hasta la matrícula del viejo DC-9 de Iberia, EC-BIO, lo tengo delante de mi vista; y a la tripulación caminando hacia el reactor. Y me veo, sentado como a mitad de la cabina, comprando unas gafas Ray Ban a la azafata; yo tenía una fijación con las Ray Ban y constantemente me encargaban relojes Maurice Lacroix, que vendían a bordo, extraplanos, por 25.000 pesetas. Hoy serían como 125 euros, o así. Ya no me acuerdo de la tabla de multiplicar, ni poseo calculadora, porque tampoco tengo nada que multiplicar. Si les hablo de todo esto, que no tiene absolutamente ninguna trascendencia, es para no ocuparme de la metedura de pata de nuestro presidente canario de conformar un Gobierno de Las Palmas. Me decepciona Ángel Víctor, al que tengo por inteligente, convirtiéndose en canarión recalcitrante como si aquí no hubiera gente de valía. No sé, es la clásica deriva del PSOE. A Blas Trujillo lo colocó Jerónimo y a Manuela de Armas el PSOE oriental. Vale. Pero entonces es que el PSOE de Tenerife posee muy poco peso, aunque es verdad que Sanidad se le ofreció a un tinerfeño, que es alcalde, y que dijo que no. Y entonces fue cuando Jerónimo intervino para recomendar a Blas, que es una excelente persona y que lo hará bien, porque siempre lo ha hecho bien en todos sitios. Y Jerónimo no te digo. Yo prefiero volver a Sevilla.

Publicado en Diario de Avisos

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